En Suecia, el ritual de tomar café, conocido como ‘fika’, se ha convertido en una institución social que, según dicen, es el secreto de la alta productividad del país.
Podría compararse con la hora del té inglés y se practica tanto en la pausa del trabajo como en las reuniones como amigos o familiares. Las propias empresas establecen horarios para ellos y ofrecen la bebida caliente que no ha de tomarse rápidamente sino con la calma suficiente como para retornar al puesto de trabajo con la energía renovada. Puede hacerse un ‘fika’ dos o más veces al día y, casi siempre, se acompaña con pasteles o pequeños bocados dulces.
La ‘revolución fika’ parece que poco a poco se va imponiendo como una de las claves para fomentar la productividad, además de la creatividad, aliviar el estrés y, como afirman en trendtablet, su práctica es tan eficaz que el gobierno sueco la ha establecido como obligatoria.
Por eso, cada vez surgen más cafés suecos alrededor del mundo que sirven las delicias típicas que acompañan al fika. Algunas de las más famosas son el kannelbulle (pan de canela) o el semla (bollo de cardamomo con crema batida). Como no podía ser de otra manera, en IKEA ofrece varias opciones para la pausa fika. Incluso el gigante sueco publicó un libro, Fika Recipes For 30 Baking Classics, cuyas fotografías ilustran este texto.
Como diría Mafalda, “paren el mundo que yo me bajo” para “hacerme un fika”, ya sea en Suecia o en cualquier rincón del planeta.